filoso

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La escuela de Atenas, de Rafael, representa a los filósofos, matemáticos y científicos más importantes de la antigüedad.

sábado, 7 de agosto de 2010

La justicia


TEORIZACION SOBRE LA JUSTICIA

La Justicia no es el dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber decidir a quien le pertenece esa cosa por derecho. La Justicia es ética, equidad y honestidad. Es la voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo. Es aquel referente de rectitud que gobierna la conducta y nos constriñe a respetar los derechos de los demás.

La Justicia es para mí aquello cuya protección puede florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la Justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia.

Hans Kelsen
Otro nivel de análisis lo constituye el hecho de entender la justicia como valor y fin del Derecho (más que como virtud subjetiva) al que podemos conceptuar juntamente con Norberto Bobbio como "aquel conjunto de valores, bienes o intereses para cuya protección o incremento los hombres recurren a esa técnica de convivencia a la que llamamos Derecho". Ahora bien en cuanto al bien juridico tutelado por el Derecho, o sea, el conjunto de condiciones protegidas por las normas juridicas, se puede considerar desde una perspectiva absoluta iusnaturalista dentro de la cual todo derecho es justo y si no es justo no es derecho. Pero desde una optica iuspositivista el Derecho es condición sine qua non de la justicia y a la vez, esta es una medida de valoración del derecho, por lo que podemos decir que un derecho positivo determinado puede ser "justo o injusto" de acuerdo con un ideal subjetivo de Justicia.

Todas las virtudes están comprendidas en la Justicia. En definitiva, la verdadera Justicia es el arte de dar a cada uno lo suyo, o bien, hacer a un individuo dar lo suyo a otro, ello con base en los principios de la ciencia del Derecho, lo cual debe hacerse sin discriminar ni mostrar preferencia alguna por nadie, toda vez que las personas deben ser tratadas por igual para, poder estar en condiciones de aplicar la Justicia a plenitud.

TEORIAS ACERCA DE LA JUSTICIA
Entre otras muchas teorías sobre la justicia, destacamos la de los filósofos:

PLATON: La Justicia como armonía social. En su libro "La República", Platón propone para la organización de su ciudad ideal, a través del diálogo de Sócrates, que los gobernantes de esta ciudad se transformen en los individuos más justos y sabios, o sea en filósofos, o bien, que los individuos más justos y sabios de la comunidad, es decir, los filósofos, se transformen en sus gobernantes.
ARISTOTELES: La Justicia como igualdad proporcional: Dar a cada uno lo que es suyo, o lo que le corresponde. Dice que lo que le corresponde a cada ciudadano tiene que estar en proporción con su contribución a la sociedad, sus necesidades y sus méritos personales.
Santo Tomás de Aquino: La Ley Natural. Dice que los ciudadanos han de tener los derechos naturales, que son los que Dios les da. Estos derechos son más tarde llamados Los Derechos Humanos.
Para los utilitaristas las instituciones públicas se componen de una forma justa cuando consiguen maximizar la utilidad (en el sentido de felicidad) agregada. Según esta teoría, lo justo es lo que beneficia al mayor número de personas a la vez.
ULPIANO: Justicia es la constante y perpetua voluntad de darle a cada quien lo que le corresponde.

viernes, 6 de agosto de 2010

Historia de la filosofia y sus epocas

La tradición filosófica occidental tiene una historia de más de 2500 años, desde la Antigua Grecia hasta nuestros días. A lo largo de ese tiempo, hubo una enorme cantidad de filósofos y movimientos filosóficos, demasiado numerosos para ser mencionados aquí. Lo que sigue es una mera caracterización de los distintos períodos de la historia de la filosofía occidental, incluyendo una mención a las principales figuras y corrientes de cada época.

FILOSOFIA ANTIGUA

La muerte de Sócrates, por Jacques-Louis David.La filosofía antigua se inició en la Antigua Grecia hacia finales del siglo VI a. C. y se prolongó hasta la decadencia del Imperio Romano en el siglo V d. C. Se la puede dividir en cuatro períodos: el de la filosofía presocrática, que va de Tales de Mileto hasta Sócrates, el de Platón, el de Aristóteles, y el período post-aristotélico o helenístico. A veces se distingue un quinto período que comprende a los filósofos cristianos y neoplatonistas. Los dos autores más importantes de la filosofía antigua, en términos de su influencia posterior, fueron Platón y Aristóteles.

El período de filosofía presocrática se caracterizó por una variedad de propuestas distintas sobre cómo entender el mundo y el lugar del hombre en él. A causa de los avances culturales y el intenso contacto con las culturas vecinas, las ciudades del mundo griego comenzaron a criticar a la tradicional concepción mitológica del mundo, y buscaron una concepción alternativa, natural y unificada. El pensamiento de estos primeros filósofos y científicos sólo nos llega a través de escritos fragmentarios y reportes de otros pensadores posteriores. Algunas de las personalidades más importantes fueron:

Los pensadores milesios, que intentaron explicar la naturaleza reduciéndola a un único principio originario y una materia primordial. Tales propuso que la materia fundamental de la cual todo se origina y todo está compuesto es el agua; Anaximandro asignó ese rol a una sustancia indefinible, lo ápeiron, y Anaxímenes al aire.
Pitágoras y la escuela pitagórica, para quienes los números eran el principio determinante de toda la realidad, adelantándose de esta manera a un importante principio de la ciencia moderna de la naturaleza.
Heráclito, quien resaltó el devenir y el cambio en el universo que señalan nuestros sentidos. Postuló como base de la realidad la razón (el logos), un principio unificador de los opuestos.
Parménides, quien postuló una ontología de la permanencia y no del cambio. Parménides señaló la unidad y la inmutabilidad del ser, dado que el cambio resulta imposible si no existe el no-ser (cuya imposibilidad es lógica).
Los filósofos pluralistas, para quienes no había una única materia primordial, sino varias. Empédocles fundó la doctrina de los cuatro elementos —el agua, el fuego, la tierra y el aire— que perdurará en la filosofía de la naturaleza hasta el siglo XVIII. Los atomistas, por otra parte, fueron los primeros en afirmar que el mundo está compuesto por átomos, y que todo lo que no son átomos es vacío. Las figuras más importantes de esta escuela fueron Leucipo y Demócrito.
Con la aparición de los sofistas a mitad del siglo V a. C., se puso al hombre en el centro de las reflexiones filosóficas. O como dijo Protágoras: “El hombre es la medida de todas las cosas”. Los sofistas se ocuparon en particular de los problemas éticos y políticos, como la cuestión de si las normas y los valores son dados naturalmente o son establecidos por los hombres.

El ateniense Sócrates se convertiría en el modelo de la filosofía europea. Sócrates conversaba con otras personas y los llevaba por medio de una serie de preguntas a revelar las contradicciones inherentes a sus posturas (método mayéutico). Sus manifestaciones de independencia intelectual y su conducta no acomodada a las circunstancias, le valieron una sentencia de muerte por impiedad a los dioses y corrupción de la juventud (véase la Apología de Sócrates).

Debido a que Sócrates no dejó nada por escrito, su imagen fue determinada por su discípulo Platón. Sus obras en forma de diálogos constituyeron un punto central de la filosofía occidental. A partir de la pregunta socrática de la forma «¿Qué es X?» (¿Qué es la virtud? ¿Qué es la justicia? ¿Qué es el bien?), Platón creó los rudimentos de una doctrina de la definición. También fue autor de la teoría de las Ideas, que sirvió de base a la representación de una realidad con dos partes: el plano de los objetos perceptibles con nuestros sentidos frente al plano de las Ideas sólo accesibles al intelecto mediante abstracción. Sólo el conocimiento de estas Ideas nos brinda una comprensión más profunda de la totalidad de la realidad.

Aristóteles, discípulo de Platón, rechazó la teoría de las Ideas como una innecesaria “duplicación del mundo”. La distinción entre forma y materia es uno de los rasgos principales de la metafísica de Aristóteles. Su escuela comenzó a clasificar toda la realidad —tanto la naturaleza como la sociedad— en los diversos campos del conocimiento, a analizarlos y ordenarlos científicamente. Además, Aristóteles creó la lógica clásica del silogismo y la filosofía de la ciencia. Con esto, estableció algunos de los supuestos filosóficos fundamentales que fueron decisivos hasta la modernidad.

En la transición del siglo IV al III a. C., tras la muerte de Aristóteles y la decadencia de las ciudades estado griegas, las guerras entre los reyes helénicos por suceder a Alejandro Magno volvieron la vida problemática e insegura. Surgieron entonces en Atenas dos escuelas filosóficas que, en una clara oposición a la Academia platónica y al Liceo aristotélico, pusieron la salvación individual en el centro de sus preocupaciones: para Epicuro y sus seguidores, por un lado, así como para los estoicos alrededor de Zenón de Citio, por otro lado, la filosofía servía principalmente para alcanzar con medios éticos el bienestar psicológico o la paz.

Mientras que los seguidores del escepticismo pirrónico, en principio, negaron la posibilidad de juicios seguros y de conocimientos indudables, Plotino, en el siglo III d. C., transformó la teoría de las Ideas de Platón para dar lugar a un neoplatonismo. Su concepción de la gradación del Ser (del “Uno” a la materia) ofreció al cristianismo una variedad de enlaces y fue la filosofía dominante de finales de la Antigüedad.


La escuela de Atenas, de Rafael, representa a los filósofos, matemáticos y científicos más importantes de la antigüedad. Filosofía medieval

FILOSOFIA MEDIEVAL

Las siete artes liberales, según una ilustración del siglo XII.La filosofía medieval es la filosofía de Europa y Oriente Medio durante lo que hoy se llama el Medioevo o la Edad Media, que se extiende aproximadamente desde la caída del Imperio Romano hasta el Renacimiento. La filosofía medieval se caracteriza principalmente por intentar conciliar las doctrinas cristianas (pero también judías e islámicas) con la filosofía heredada de la antigüedad clásica. Algunas de estas doctrinas fueron especialmente difíciles (como la encarnación y la trinidad), pero el esfuerzo por resolverlas fue el motor de gran parte de la filosofía medieval, y llevó a desarrollar conceptos, teorías y distinciones que heredaría toda la filosofía posterior.

Aunque la influencia de la filosofía pagana fue crucial para la filosofía medieval, la gran mayoría de los textos de autores clave como Platón, Aristóteles y Plotino fueron inaccesibles a los estudiosos medievales. Los medievales tuvieron acceso al pensamiento de estos y otros autores principalmente a través del trabajo de autores patricios como Tertuliano, Ambrosio y Boecio, y de autores paganos como Cicerón y Séneca. En los siglos XII y XIII, sin embargo, una gran cantidad de trabajos de Aristóteles reingresaron a Europa desde el mundo islámico, influenciando enormemente a la filosofía. Este importante hecho permite dividir a la filosofía medieval en dos períodos: el período antes de el reingreso de Aristóteles, y el período durante y después de su reingreso.

El primer período fue marcadamente platónico, con un estilo generalmente ameno y asistemático, y sin una distinción clara entre teología y filosofía. Algunos de los autores más importantes fueron Agustín de Hipona, Boecio, Juan Escoto Erígena, Anselmo de Canterbury y Pedro Abelardo.

El segundo período fue más aristotélico. Asistió a la creación de las universidades, a una mayor profesionalización y sistematización de la filosofía, a nuevas traducciones y a nuevas formas de enseñanza. La escolástica fue el movimiento teológico y filosófico dominante, y entre los autores clave estuvieron Ramon Llull, Tomás de Aquino, Juan Duns Scoto, Guillermo de Ockham y Buenaventura de Fidanza.

Algunos de los temas centrales a lo largo de la filosofía medieval fueron: la relación entre la fe y la razón, la existencia y unidad de Dios, la cuestión de la compatibilidad entre atributos divinos; el problema del mal; el problema de la compatibilidad de la omnisciencia divina con el libre albedrío; el problema de los universales y la causalidad.


FILOSOFIA RENACENTISTA

El Hombre de Vitruvio, de Leonardo Da Vinci, resume varios de los ideales del pensamiento renacentista.La filosofía renacentista, o filosofía del Renacimiento, se desarrolló principalmente entre los siglos XV y XVI, comenzando en Italia y avanzando hacia el resto de Europa. En el Renacimiento, la filosofía todavía era un campo muy amplio que abarcaba los estudios que hoy se asignan a varias ciencias distintas , así como a la teología. Teniendo eso en cuenta, los tres campos de la filosofía que más atención y desarrollo recibieron fueron la filosofía política, el humanismo y la filosofía natural.

En la filosofía política, las rivalidades entre los estados nacionales, sus crisis internas y el comienzo de la colonización de América renovaron el interés por problemas acerca de la naturaleza y moralidad del poder político, la unidad nacional, la seguridad interna, el poder del Estado y la justicia internacional. En este campo destacaron los trabajos de Nicolás Maquiavelo y Jean Bodin.

El humanismo enfatizó la centralidad de los seres humanos en el universo, su enorme valor e importancia. Este movimiento fue antes que nada un movimiento moral y literario, y fue protagonizado por figuras como Erasmo de Rotterdam, Santo Tomás Moro y Michel de Montaigne. Hubo además un retorno parcial a la autoridad de Platón por sobre Aristóteles, tanto en su filosofía moral, en su estilo literario como en la relevancia dada a la matemática para el estudio de la naturaleza.

La filosofía de la naturaleza del Renacimiento quebró con la concepción medieval de la naturaleza en términos de fines y ordenamiento divino, y comenzó a pensar en términos de fuerzas, causas físicas y mecanismos, Nicolás Copérnico, Giordano Bruno, Johannes Kepler, Leonardo da Vinci y Galileo Galilei fueron precursores y protagonistas en esta revolución científica, y Francis Bacon proveyó un fundamento teórico para justificar el método empírico que habría de caracterizar a la revolución. Por otra parte, en la medicina, el trabajo de Andreas Vesalius en anatomía humana revitalizó la disciplina y brindó más apoyo al método empírico.

(siglos XVII y XVIII)
FILOSOFIA DEL SIGLO XVII O ILUSTRADO

René Descartes rompió con la tradición escolástica, dando inicio a la filosofía moderna en general y al racionalismo en particular.La filosofía moderna se caracterizó por reconocer plenamente la preeminencia de la gnoseología por sobre la metafísica, argumentando que antes de intentar conocer lo que hay, es prudente conocer lo que se puede conocer.

Los principales debates de esta época fueron, por lo tanto, debates gnoseológicos. El racionalismo, la escuela que enfatiza el papel de la razón en la adquisición del conocimiento, tuvo sus principales proponentes en René Descartes, Baruch Spinoza y Gottfried Leibniz. Por el otro lado, la escuela empirista, que sostiene que la única fuente del conocimiento es la experiencia, encontró defensores en Francis Bacon, John Locke, David Hume y George Berkeley.

En 1781, Immanuel Kant publicó su famosa Crítica de la razón pura, donde rechaza ambas posturas y propone una alternativa. Según Kant, si bien todo nuestro conocimiento empieza con la experiencia, no todo se origina de ella, pues existen ciertas estructuras del sujeto que anteceden a toda experiencia, en tanto son las condiciones que la hacen posible. Esta postura inspiró lo que luego se llamó el idealismo alemán.


FILOSOFIA DEL SIGLO XIX

Generalmente se considera que después de la filosofía de Immanuel Kant, se inició otra etapa en la filosofía, en gran parte definida por ser una reacción a Kant. Este período empezó con el desarrollo del idealismo alemán (principalmente Fichte, Schelling y Hegel), pero siguió con una cantidad de otros movimientos, la mayoría de los cuales fueron creados por filósofos trabajando desde fuera del mundo académico

En Alemania, los excesos metafísicos del idealismo dieron lugar a un movimiento neokantista.
Kierkegaard y Nietzsche sentaron las bases para la filosofía existencialista.
Auguste Comte acuñó el término «positivismo» y popularizó la escuela del mismo nombre.
En la ética, Jeremy Bentham y John Stuart Mill elaboraron el utilitarismo, según el cual la acción correcta es aquella que produce la mayor cantidad de felicidad general.
Karl Marx y Friedrich Engels invirtieron la filosofía hegeliana para fundar el materialismo dialéctico.
En los Estados Unidos, Charles Sanders Peirce, William James y John Dewey dieron origen a la escuela pragmatista.
Por el final del siglo, Edmund Husserl inició la escuela de la fenomenología.
En el último tercio del siglo, Gottlob Frege empezó con su trabajo en lógica matemática, que habría de proveer las herramientas para la filosofía analítica, pero que permanecería desconocido hasta el siglo XX.

FILOSOFIA CONTEMPORANEA Y FILOSOFIA DEL SIGLO XX

En el siglo XX, la mayoría de los filósofos más importantes trabajaron desde dentro de las universidades, especialmente en la segunda mitad del siglo. Algunos de los temas más discutidos fueron la relación entre el lenguaje y la filosofía (este hecho a veces es llamado «el giro lingüístico») y las implicaciones filosóficas de los enormes desarrollos en lógica a lo largo de todo el siglo.

Las tradiciones filosóficas más significativas y abarcadoras del siglo XX fueron dos:

La filosofía analítica se desarrolló principalmente en el mundo anglosajón, y debe su nombre al énfasis que al principio puso en el análisis del lenguaje por medio de la lógica formal. En la segunda mitad del siglo, sin embargo, la filosofía analítica dejó de centrarse sólo en el lenguaje, y la unidad de la tradición recayó en la exigencia de claridad y rigor en la argumentación, en la atención a los detalles y en la desconfianza hacia los grandes sistemas filosóficos. Algunos pensadores tempranos que se asocian a la tradición analítica son Gottlob Frege, G. E. Moore, Bertrand Russell, Ludwig Wittgenstein y los integrantes del Círculo de Viena, y más adelante Willard van Orman Quine, Saul Kripke, John Searle y Donald Davidson, entre otros.

En su obra Principia Mathematica de 1910-1913, Russell y Whitehead intentaron establecer una báse lógica de la aritmética pero su intento se vio anulado en 1931 por el descubrimiento de Gödel : Sobre proposiciones formalmente indecidibles de Principia Mathematica y sistemas relacionados.

La segunda tradición principal del siglo XX resulta aún más difícil de caracterizar que la filosofía analítica. La filosofía continental se desarrolló principalmente en la Europa Continental (de ahí su nombre), y se caracterizó por ser más especulativa y por dar más importancia a la historia que la filosofía analítica. La fenomenología, el existencialismo, el estructuralismo, el postestructuralismo y la postmodernidad son algunas escuelas que caen dentro de esta tradición. Algunos de sus autores más influyentes fueron Edmund Husserl, Martin Heidegger, Jean Paul Sartre y José Ortega y Gasset en la primera mitad del siglo, seguidos por Michel Foucault, Jacques Derrida, Hannah Arendt y Gilles Deleuze en la segunda.

manuel kant


Manuel Kant

Manuel Kant (1724-1804). Filósofo idealista alemán, adalid del Idealismo trascendental. Nació y murió en la ciudad alemana de Königsberg, en una familia humilde. Educado en el pietismo, recibió una educación muy dura y rígida, que marcaría sus hábitos vitales durante toda su vida. Ingresó en la Universidad de Königsberg, donde estudió Lógica, Metafísica y a Isaac Newton. Dio clases como profesor particular hasta que ingresó en la universidad como profesor de Metafísica. Nunca abandonó (salvo escasas ocasiones) su ciudad.

Partiendo del racionalismo de Cristian Wolff, el contacto con el empirismo de David Hume le impelió a realizar la crítica a la Metafísica tradicional, pero no desde la posición puramente empirista, sino compaginando también el racionalismo. Así, su crítica fundamental contra la Metafísica es probar que no se trata de una ciencia como la de Newton, en tanto que un juicio sintético a priori de la Metafísica no puede convertirse en fundamento de una ciencia, ya que supera los límites de la experiencia y su estructura lógica es contradictoria (p.e., Dios, en tanto que ens realissimum, como señalaba Wolff, habría de anegarlo todo por contener en sí todas las perfecciones, algo absurdo).

En general, Kant utilizó todos los conceptos de la escolástica tradicional, pero reformulados («concepto», «juicio», «raciocinio», convertidos en Estética, Analítica y Dialéctica en la Crítica de la razón pura), con vistas a salvar la concepción espiritualista cristiana, convirtiendo las Ideas puras de la Metafísica en postulados de la razón práctica.

Entre sus obras destacan las del llamado «período crítico» y «post-crítico»: Crítica de la razón pura (1781, segunda edición 1787), Crítica de la razón práctica (1788) y Crítica del juicio (1790), junto con la Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785) y La religión dentro de los límites de la mera razón (1793).

«Manteniendo el orden antiguo, Kant habría pasado de la subsunción de E en Mi (el sujeto está determinado por el objeto Mi) a subsumir en su revolución Mi en E (el objeto está determinado por el sujeto). (…) Esta revolución ya había sido practicada por el Cristianismo. Desde esta perspectiva, la revolución copernicana de Kant no es otra cosa sino un ciclo nuevo (que conduce al Idealismo trascendental) de la revolución instaurada por el Cristianismo. Y el eslabón entre estos dos giros es el idealismo material de Berkeley, en función del cual Kant ha sentido la necesidad de definirse. (…) Difícilmente podría entenderse una doctrina tan extravagante como la de Berkeley, que niega la evidencia más común acerca de la existencia independiente de los cuerpos que nos rodean, si no fuera porque el creacionismo cristiano había preparado y madurado la idea de que las cosas que existen como criaturas (res natae) necesitan en cada instante de la asistencia divina, en un acto de conservación muy próximo al acto de la creación. La revolución a la que Kant se refiere con su fórmula del giro copernicano y su distanciación del idealismo material de Berkeley se comprende muy bien con la revolución que representa el idealismo frente al realismo antiguo, principalmente el aristotélico y señala la fuente misma, judeocristiana, de esta revolución. (...) El giro idealista en virtud del cual E, en lugar de girar en torno a M, comienza a girar en torno a Mi (...) es el giro copernicano que permite señalar las diferencias entre el racionalismo espiritualista psicológico francés o inglés, y el racionalismo idealista de la filosofía alemana clásica inaugurada por Kant con el precedente de Leibniz. La conciencia originaria y necesaria de la identidad de sí mismo [E] es la conciencia de una unidad igualmente necesaria de la síntesis de todos los fenómenos [Mi] según conceptos (Analítica trascendental, §2, III; Pág. 271 de Crítica de la razón pura, tomo 1 de la edición Cassirer). (...) La revolución que condujo a Kant a posiciones opuestas a las del espiritualismo de cartesianos y empiristas, fue la revolución que aproximó, hasta identificarlos, a E y a Mi, y con ello alejó a M como una entidad flotante que ya no podía percibirse inmediatamente, porque sólo podía ser pensada por un sujeto que no requiriese la mediación de los sentidos, que fuera sólo pensamiento capaz de pensar el noúmeno. Incluso cuando este M se interprete, no ya como noúmeno inmaterial, sino como un noúmeno positivo y no sólo negativo, como lo era la cosa en sí». Gustavo Bueno, «Confrontación de doce tesis características del sistema del Idealismo trascendental con las correspondientes tesis del Materialismo filosófico»